Procurás comprenderme y me hallás

Tus ojos, precisos, me hacen transparente

Coinciden nuestras manos en un longevo instante

Breve. Como una eternidad interrumpida

Atascada en un necio corredor sin puertas

Mi alma se enaltece con tu canción

La lógica, insostenible, ausente

Ajena a este amor ficticio

Tu mensaje implícito, claro

Fácil y exquisito

Ligero, como un suspiro enamorado

Con uno solo alcanza

Dos veces sería mucho para mí

A través de los granitos de cemento que dan forma a las paredes que cobijan mi alma, se filtra el aire que viene del sur...

La crónica de una atmósfera en movimiento advierte el cambio

Florecen los claveles del balcón

Respiran el mismo aire que la rosa
sobreviviente del florero en la cocina

Es tan hermosa!

Firme rosa insistente, vigente aún, resiste su destino

Goza con cada sol, deja ir cada luna

Heroica flor de lunes, muere viviendo

Sedientos tus ojos, penetran los míos
Realzan cada glóbulo de mi sangre

Tachamos los días de un eterno calendario
Y entre tanto nos miramos

El fuego de tus entrañas me quema lentamente
El mañana se convierte en ahora

Tus manos no alcanzan,
Mi piel ambiciona tus dedos ardientes

Recorrés mi cuerpo con un mapa perfecto
Y exhalo tus ganas, que en mis ganas convierto

Me sirvo de tu anhelo, consumo tu voluntad
Tus manos me consienten, me hacen temblar

Suspiro tu cadencia, me envuelvo en tu espalda
y no hay nada que detenga nuestras ganas

Sos la inspiración de mis días

La esfervecencia en mi sangre

Mis sonrisas en las avenidas, en las calles

La calculada caricia de un amor incalculable


Sos encuentro en una búsqueda constante

Mis párpados cuando lo necesito

Mi boca rastreando tu boca en el vacío

Sos endorfina en una tarde de encierro

Mi secreto, mi mentira, mi paz

Sos eso y no sos nada

Yo: humana, sensible, racional y conciente

Lejos de toda distancia, a veintiún metros del asfalto

Declaro que la gravedad no ha de poder con mi frente

Doscientos dos huesos sostienen mi alma

Y un aire altanero separa mis costillas al timbrar mi voz

Elijo callar, pues el silencio es hoy mi mensaje

El agua que cayó esta semana no bastará para saciar la sed que tengo

Y el sol de septiembre no será quien alumbre mis pasos

Mis células, valientes guerreras, tomarán el coraje de llevar adelante la silenciosa melodía de mis días

Y serán ellas quienes se hagan escuchar cuando ya no tenga sentido callar