martes, julio 07, 2009


Cuando no se oye màs que el silencio,
salimos por unas pitadas de tabaco.
Son sòlo un pretexto para admirar la luna.
Allà en lo alto, detràs del pino, reluce presumida.
Ilumina la noche de Canberra.
Bajo su luz nos vemos las caras, nos sonreimos,
respiramos el aire puro de una ciudad casi desierta
que observa a estos dos protagonistas de una noche frìa
en los comienzos del otoño.

miércoles, julio 01, 2009


Me dijeron que al estar lejos de mi ciudad, recordaría sólo lo bueno.

Yo te recuerdo, Buenos Aires, con tus ruidos, con tu infierno, con tu inseguridad.

Aún así te extraño, extraño mi identdad.

Tus calles rotas son en mi piel marcas del pasado:

no somos perfectas, Buenos Aires...