lunes, octubre 30, 2006


La soledad me acaricia la espalda. Es la misma cama. Soy yo otra vez. Tan sola que ya me siento acompañada.
Nostálgica, también, la luna me mira de reojo.
La ventana deja entrar los amargos vientos de la noche.
Escucho caer en el silencio el último pétalo de aquella flor que adornaba mi jardín.
Con el viento viaja mi tristeza y golpea puertas de solitarios noctámbulos.
En ausencia del sol todo es incierto, todo puede suceder, sólo en forma de ilusión.

martes, octubre 24, 2006

Aún no sé las causas que llevaron la esclareciente tinta a reposar su cuerpo en las ansias del papel. Será que hoy atravesé la indiferencia de la tarde pensando en círculos. Círculos por donde la sangre pasa, cada vez más sabia, cada vez más fuerte. Es como empezar a ver en dos espejos la pequeña imágen de mi: cada vez más cerca, cada vez más real. La vida es muy fuerte para el ser humano. Todo vuelve a ser, con los ojos cambiados. Hechos de tiempos pasados, ya hoy, son inminentes. Verbos ayer pronunciados cobran tonos diferentes. Círculos similares, pero no idénticos.

viernes, octubre 20, 2006


Como cuando las nubes se convierten en lluvia. Así funciona. Mis ideas se asemejan a gotas de agua. En algunas oportunidades se camuflan en lagos, otras en ríos. La misma esencia en distintos lugares. En ocasiones las he notado envueltas en grandes mares, esperando al inquietante sol venir a su rescate.

Es de noche. Momento ideal para las aguas calmas. Hoy la ciudad está tranquila. La angustia y el deseo lograron convivir. Lo que fue condiciona lo que será: lo moldea, lo limita, lo previene de temidas posibilidades. Al menos actúa así en personas como yo: presas de la reflexión, amantes del planteo. Que no se note. La realidad es más simple...